Ser joven en el siglo XXI es un desafío y una oportunidad. Los jóvenes de hoy se enfrentan a un mundo cambiante, lleno de incertidumbres, pero también de posibilidades. La pandemia de COVID-19 ha puesto a prueba la resiliencia, la adaptabilidad y la creatividad de los jóvenes, que han tenido que lidiar con el confinamiento, la educación a distancia, la pérdida de empleo o la precariedad laboral, el aislamiento social y el impacto emocional de la crisis sanitaria.
Sin embargo, los jóvenes también han demostrado su capacidad para innovar, colaborar y transformar la realidad. Han sido protagonistas de movimientos sociales, ambientales y culturales que buscan un mundo más justo, sostenible e inclusivo. Han aprovechado las nuevas tecnologías para comunicarse, informarse, aprender y emprender. Han desarrollado nuevas formas de expresión, consumo y ocio que reflejan su diversidad e identidad.
¿Qué les espera a los jóvenes en la próxima década? ¿Qué retos, temores, desafíos y oportunidades tendrán que afrontar? Aunque es difícil predecir el futuro, podemos identificar algunas tendencias que marcarán el escenario en el que se desenvolverán los jóvenes en los próximos años.
- La salud y el desarrollo integral de los jóvenes será una prioridad. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la salud de los adolescentes y jóvenes es clave para el progreso social, económico y político de la región¹. Sin embargo, los jóvenes enfrentan múltiples riesgos para su bienestar físico, mental y social, como las enfermedades no transmisibles, las adicciones, la violencia, el embarazo no deseado o las infecciones de transmisión sexual. Por ello, se requiere una atención integral que promueva el desarrollo humano y la prevención de enfermedades, así como el acceso a servicios de calidad, información y educación.
- La digitalización y la omnicanalidad serán una realidad. Los jóvenes son nativos digitales que utilizan las nuevas tecnologías para todo: estudiar, trabajar, comprar, entretenerse, relacionarse. Según un estudio de PwC², el comercio online se consolidará como una opción preferida por los consumidores, lo que obligará a las empresas a ofrecer una experiencia integrada entre lo digital y lo físico. Además, surgirán nuevos ecosistemas digitales que conectarán diferentes cadenas de valor para complementar el producto o servicio. Los jóvenes tendrán que adaptarse a estos cambios y aprovechar las oportunidades que brindan las plataformas digitales para generar ingresos, aprender nuevas habilidades o acceder a nuevos mercados.
- El trabajo híbrido será una modalidad común. La pandemia ha acelerado el proceso de teletrabajo y ha demostrado sus beneficios para la productividad, la flexibilidad y la conciliación. Muchas empresas optarán por mantener un modelo híbrido que combine el trabajo presencial y el remoto². Esto implicará nuevos desafíos para los jóvenes, como desarrollar un liderazgo más empático, mantener la cultura organizacional, gestionar el tiempo y el espacio de trabajo, o cuidar la salud mental. También requerirá nuevas competencias digitales, comunicativas y colaborativas para trabajar en equipos multidisciplinarios y multiculturales.
- El medio ambiente y la sostenibilidad serán una exigencia. Los jóvenes son conscientes del cambio climático y sus consecuencias para el planeta y las generaciones futuras. Por eso, demandan acciones concretas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, proteger la biodiversidad y promover una economía circular². Los jóvenes también quieren ser parte de la solución y participar en iniciativas que contribuyan al desarrollo sostenible. Así mismo,
esperan que las empresas sean responsables con el medio ambiente y la sociedad
los jóvenes nos enfrentamos a un mundo lleno de incertidumbres, pero también repleto de oportunidades para hacer una diferencia. La capacidad de adaptación, la creatividad y la colaboración serán habilidades esenciales para aprovechar estas oportunidades y superar los desafíos que se les presenten. Con un enfoque en su desarrollo integral, la incorporación de la tecnología y la promoción de la sostenibilidad, los jóvenes pueden forjar un futuro prometedor tanto para ellos mismos como para las generaciones venideras.