Hay eventos que cambian el rumbo de la humanidad. Como un rio cuyo cauce es desviado por un inesperado cambio en la corriente. La gran depresión, las guerras mundiales, la caída del muro de Berlín, los ataques terroristas a Estados Unidos y podemos viajar algo más al pasado y nos encontramos otros eventos como la caída del imperio Romano o la Peste Negra.
Una característica actual es que tales eventos pueden hacer que el mundo cambie más rápidamente por lo pequeño que se ha hecho nuestro planeta. La peste negra en Europa fue un evento que duro muchos años y que afecto de manera más pausada el rumbo de la humanidad.
Hoy, El COVID19 es una enfermedad que se expande por el mundo causando muertes, pero además otros cambios, sociales, históricos, culturales y económicos. El confiado e ingenuo mundo de inicios del siglo XX ha dado paso a naciones y sociedades desconfiadas. La tecnología, el materialismo, el individualismo y la negación de la parte espiritual del hombre nos ha llevado a pagar las consecuencias. La Naturaleza reclama lo suyo y da a la humanidad una lección que esperemos que aprenda.

Pero el ser humano se sobrepondrá a la pandemia, ya sea porque se encuentre cura y vacuna o bien porque la naturaleza nos lleve al limite y aquellos que se adapten sobrevivirán. Por lo pronto, estos meses de inicio de 2020 tendrán consecuencias; Recesión económica, cambios de hábitos sociales y quien sabe que más.
Y en el “quien sabe que más” es donde me deseo enfocar. Este evento mundial, a diferencia de otros, donde sufrimos las consecuencias, pero no vivimos en el lugar donde ocurrían, lo estamos experimentando en carne propia, en nuestras regiones, ciudades y barrios, sin distinción de países, razas o géneros. El distanciamiento social dará paso a nuevas formas de acercamiento, el desempleo y la falta de oportunidades puede dar lugar a protestas y reclamos sociales, COVID19 se quedará un tiempo y no podemos esperar que por simple decreto gubernamental todo regresara a como estaba el 2019, que por cierto tampoco era muy buen.
Irremediablemente habrá cambios y con el pesar de las muertes que ocurran que serán mas que las que los gobiernos reconocerán, deberemos adaptarnos a un nuevo amanecer.
Formas de pensar diferentes, amenazas diferentes, empleos diferentes y formas de estudiar diferentes. Así como se recomienda evitar los espacios muy concurridos, las escuelas deberán adaptarse a formas mas creativas para adaptarse a los nuevos requerimientos.
Los momentos de crisis suelen ser momentos de oportunidades, así como estamos perdiendo vidas y viendo como los sistemas de salud se saturan y los gobiernos actúan o cierran los ojos, también hay quienes ganan.
Habrá muchas empresas, grandes y pequeñas que no sobrevivirán con lo cual vendrán despidos y desempleo. Aquellas organizaciones y trabajadores que se adapten podrán sobrevivir la crisis sin garantía de un futuro mejor, pero al menos subsistiendo.
- Las empresas que venden servicios digitales y comunicación por internet, así como las empresas orientadas a comercio electrónico han sido los grandes ganadores.
- El trabajo remoto u oficina en casa, que se veía una opción futura, es ahora una realidad. Tomando a muchos por sorpresa, muchas personas han debido adaptar espacios en sus hogares para continuar laborando o estudiando.
- Algunas fabricas tendrán que acelerar sus procesos de automatización, lo que pudiera generar un desequilibrio laborar, sobre todo en aquellas regiones que se dedicaban a proveer mano de obra barata.
- Las consultas, reuniones y clases remotas podrían convertirse en algo común, llegando a áreas que no hubiéramos considerado, como la medicina. Los obstáculos legales deberán cambiar para poder permitir a los pacientes realizar sus visitas al médico, sobre todo ahora que los servicios de salud publico no dan seguridad de entrar y salir de un ambiente que podría ser un foco de infección.
- Si este año y el próximo se deben evitar las conglomeraciones entonces los eventos púbicos en estadios, foros, teatros y escuelas deberán buscar soluciones creativas para continuar. Los salones con alta densidad de alumnos o personas deberán ser eliminados, los estadios y los teatros deberán dar más espacio.
- El movimiento de bienes y personas entre países y grandes regiones se reducirá, debido a la recesión económica, la desconfianza en ambientes libres de enfermedades y podrían pasar años antes de que exista una recuperación a los niveles de 2019.
- Los países y las regiones para protegerse de COVID19 se están aislando, lo que puede provocar la reaparición de nuevos nacionalismos y prejuicios. Las sociedades maduras saldrán mejor libradas, confiemos que sea temporal y que una vez pasada la contingencia aparezca la solidaridad internacional.
- Las relaciones personales y en especial las de parejas vivirán nuevos escenarios. Por una cuestión de sobrevivencia, la promiscuidad se reducirá, las relaciones virtuales serán mas comunes y seguramente habrá una reducción en la natalidad, por lo menos durante los próximos años.
Definitivamente habrá cambios, algunos se adaptarán y otros añorarán tiempos pasados. Pero lo mejor será que nos tome bien preparados y listos para adecuarse.
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