
African-American Jesse Owens on the podium after winning the long jump at the 1936 Summer Olympics (Photo credit: Wikipedia)
En pleno ascenso de la hegemonía nazi se efectuaron los XI juegos olímpicos, con una participación de 4,066 deportistas, de los cuales 328 eran mujeres. 49 países compitieron en 19 deportes y 129 especialidades.
Joseph Goebels, ministro de propaganda nazi, fue el encargado de mostrar toda la magnificencia del nazismo. El objetivo era deslumbrar y convencer al mundo de las bondades y maravillas que se habían logrado en pocos años.
La política de racismo y supremacía aria no solo eran promovidas en Alemania, sino también de forma mas discreta en otros países. Eran tiempos de la política de apartheid en Estados Unidos y en Sudáfrica.
En este ambiente adverso, un hombre afroamericano logro obtener 4 medallas de oro en atletismo, hazaña que tardaría en repetirse, solamente cuando los atletas prácticamente dejaron de ser aficionados, Carl Lewis pudo repetir la hazaña 48 años después.
La prensa y medios internacionales, especialmente de Estados Unidos se encargaron de realzar este logro, marcándolo como una bofetada a las intenciones de Hitler de mostrar la superioridad alemana.